Han muerto porque eran pobres

En la madrugada del 14 de Junio de 2017, un incendio ha destruido un bloque de 24 plantas en el barrio de North Kensington (Londres). Por lo menos 72 personas perdieron la vida. En seguida fue evidente que se trataba de algo más que un trágico accidente cuando empezaron a circular las noticias sobre la falta de medidas de seguridad anti-incendio en el edificio, en el cual la administración había ahorrado cientos de miles de libras utilizando materiales aislantes más baratos, y una cobertura exterior para que el edificio pareciera más decente de cara a los ricos vecinos de alrededor. Este revistimiento exterior creó una cavidad que ayudó a propagar las llamas de manera descontrolada. Se supo también que los habitantes habían intentado levantar las voces poco antes del incendio, para que los propietarios y el Ayuntamiento se ocuparan de mejorar las condiciones de seguridad del edificio, pero sin éxito.

Grenfell Tower hoy es un símbolo de la crisis de la vivienda y de las desigualdades urbanas en ciudades como Londres, del desprecio estético hacia los pobres (cuyas voces son silenciadas, y su presencia en el horizonte de la ciudad escondida bajo paneles aislantes) y de quién tiene la posibilidad de asegurarse una vivienda segura (es decir, de la distribución de la propiedad y de los títulos de tenencia). Muchos, por ejemplo, han señalado que el incendio se verificó en uno de los distritos más ricos del país, Kensington, pero que Kensington y Chelsea tienen también un porcentaje de edificios vacíos entre los más altos de todo el Reino Unido, muchos de los cuales son utilizados como fuente de inversión por parte de super-ricos globales.

Justo después del incendio, el líder de la oposición, Jeremy Corbyn, hizo una sorprendente y controvertida declaración: dijo que el estado tendría que expropiar esos bloques vacíos para alojar los supervivientes.  La idea fue inmediatamente descartada, por que amenazaba directamente a los propietarios inmobiliarios, pero en realidad en el Reino Unido hay precedentes de medidas de este tipo, la expropiación de pisos vacíos en caso de crisis de vivienda. Después del segundo conflicto mondial, tanto el gobierno de Churchill como la mayoría laborista de Atlee consideraron adecuado infringir las normas sobre la propiedad para reutilizar edificios vacíos para alojar los pobres urbanos. Churchill y Atlee fueron obligados a hacerlo por la presión del movimiento de ocupación, muy fuerte después de la guerra.

Aparte de los conocidos Vigilantes en Brighton, pocos recuerdan las 40.000 familias que ocuparon espontáneamente las bases militares vacías en el verano de 1946, o el Great Sunday Squat del Partido Comunista, que llevó a mil personas a abrir pisos de lujo en Kensington en Septiembre del mismo año. Ambas acciones pusieron mucha presión en el gobierno, para que concediera inmediatamente algunas respuestas materiales a la crisis (por ejemplo, asegurar los suministros o encontrar alojamientos alternativos), y para que se interesara por la situación de la vivienda entre los pobres de la ciudad. Estas políticas de irrupción con la fuerza, en suma, consiguieron que unas voces y apariencias hasta entonces silenciadas fueran vistas y escuchadas en el paisaje político de Londres de la posguerra.

Estas pequeñas victorias demuestran que, en contraste con la financiarización del mercado de la vivienda en ciudades como Londres – dónde la propiedad es tratada como una inversión, y los propietarios protegidos de intrusiones (aunque no utilicen su propiedad) – estas normas han sido incumplidas en el pasado, en tiempos de crisis y de acción directa. Revisitar estos ejemplos históricos nos muestra que hoy podríamos proponer una política popular de ocupación de viviendas vacías, demostrando que en el pasado ha sido posible – y portanto lo es hoy también – pensar la propiedad de otra manera.

Sam BURGUM, Distribuciones del sensible: de la Grenfell Tower al frente de la vivienda, PDF de la presentación al encuentro anual 2018 del Squatting in Europe Kollektiv, en Catania

  • El autor de este post, Samuel BURGUM, es Leverhulme Research Fellow en la Universidad de Sheffield (UK) y trabaja ahora mismo con activistas de Londres sobre squatting, trespass, y acción directa sobre vivienda. Su blog: squattinglondon.wordpress.com / Twitter: @sjburgum
  • Una entrevista al músico y escritor Akala y al vecino Joe Delaney, que dicen que la gente ha muerto y perdido sus casas en Grenfell Tower porque eran pobres. Channel 4 news on Youtube.
  • “El incendio de Grenfell Tower tiene que leerse en el contexto de eventos similares como las inundaciones posteriores al huracán Katrina en New Orleans, o la crisis hídrica en Flint, Michigan, o de otros desastres globales como la explosión de un gasducto en 2011 que mató decenas de personas en un barrio informal de Nairobi, o el desplome del Rana Plaza en Dhaka, Bangladesh en 2013. Estos desastres son versiones destiladas de las innumerables formas de violencia estructural cotidiana, y revelan las desigualdades mortales en el acceso a la seguridad que caracterizan la vida urbana contemporánea”. David Madden, “Deadly cityscapes of power“, Sociological Review, 19/6/2017.
  • Estas lecturas contrastan duramente con tesis como la de Andrew O’Hagen, que en un largo artículo en el London Review of Books sostiene que no hay culpables del incendio, sino sólo una serie de eventos desafortunados. El texto ha sido traducido en italiano por Il Post, aquí.
  • Unos locos marxistas querían darle casas a los supervivientes de Grenfell, pero por suerte vivimos en una justa sociedad capitalista“, intervistas en The Indipendent, 22 Junio 2017.
  • Sobre la relación entre incendios y gentrificación, véase el clarificador texto de los Wallace sobre el Bronx, que explica en detalle como la degradación del barrio fue impulsada a través del planned shrinkage, recortes planificados: reduciendo a la mitad las estaciones de bomberos del distrito, los fuegos devastaron la zona y empujaron a lxs habitantes a aceptar e incluso pedir las inversiones que empujaron el Bronx a la gentrificación extrema. Deborah & Roderick WALLACE (2001) A Plague on Your Houses: How New York Was Burned Down and National Public Health Crumbled, Verso. Aquí otro texto del mismo autor sobre el tema.
  • Muchas de las familias afectadas en Grenfell Tower eran marroquíes. Una, en particular, de la ciudad norteña de Larache, sobre la cual escribimos este post de 2011. Lugares y eventos son ligados entre ellos de formas que a menudo se escapan a nuestras lecturas.