Dalla periferia al centro, dal centro alla periferia

15/10/2012 admin 0
Il centro è il significato e la sostanza; la periferia è la forma tangibile che questo assume. La città è il campo in cui si dispiegano i movimenti alterni tra forma e sostanza, a volte centripeti, a volte centrifughi, ma sempre centrifocali, cioè orientati rispetto ad un centro. Vivere in periferia è identificarsi con una distanza rispetto al proprio baricentro, proiettandolo irrimediabilmente all'infuori di sé. Ma sulla superficie terrestre non c'è alcun centro: la sfera infatti è il luogo geometrico delle periferie, il cui unico centro è all'interno della terra; ogni suo punto è centro del proprio mondo.

De la perifèria al centre, del centre a la perifèria

15/10/2012 admin 0
El centre és el significat i la substància; la perifèria és la forma tangible que aquest assumeix. La ciutat és el camp on es despleguen els moviments alterns entre forma i substància: alguns centrípets, altres centrífugs, però tots centrifocals, és a dir orientats respecte a un centre. Viure a la perifèria és identificar-se amb la distància respecte a un suposat centre, projectar el propi baricentre fora d'un mateix. A la superfície de la terra, però, no hi ha cap centre: la esfera és el lloc geomètric de les perifèries, el seu veritable centre només és al seu interior; cada punt de la seva superfície és el centre del seu propi món.
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De la periferia al centro, del centro a la periferia

15/10/2012 admin 0
De un lado, la unidad central y principial que esclarece y domina todo; del otro, aquel que de tal unidad no sospecha siquiera la existencia y se pierde en el laberinto de una búsqueda desordenada y siempre confinada en la periferia (René Guenon). El centro es el significado y la substancia; la periferia es la forma tangible que éste asume. La ciudad es el campo en el cual se desplegan los movimientos alternos entre forma y substancia: algunos centrípetos, otros centrífugos, todos centrifocales, es decir orientados respeto a un centro. Vivir en la periferia es identificarse con la distancia respeto al centro, proyectar el baricentro fuera de sí. Pero en la superficie terrestre no hay ningún centro: de hecho, la esfera es el lugar geométrico de las periferias, siendo su centro al interior de la tierra, y cada punto de la superficie es el centro de su propio mundo. Reconocerlo significa rectificar la ilusión del círculo, y romper la dicotomía entre centro y periferias, la dependencia de éstas del centro, la mirada altiva que los supuestos centros proyectan sobre "sus" periferias, y la identificación de quienes viven en ellas con esta proyección. Los mercantes del viejo borgo convencen a los campesinos y obreros a ser sus subordinados: pero así como la substancia necesita de las formas para expresarse, las megalópolis más pretensiosas no serían más que pueblitos, más que vacíos, si no fueran rodeados de borgate, periferias y banlieues hasta el horizonte. Son los márgenes los que dibujan el verdadero nombre de la ciudad.