
Siempre nos ha gustado esta foto. El nuevo alcalde de Barcelona, en 2004
visitó Bon Pastor: aquí sale retratado en la casa barata de una familia de amigos (y colaboradores) nuestros. Lo que impresiona de esta foto es
la presencia, se le podría llamar así, de las diferentes personas retratadas. El hombre a la derecha, el abuelo, la niña, están allí: sólidos, reales, fuertes. El político, allí en medio, parece un recorte mal pegado, en un escenario que no le pertenece, en qué está incómodo, en el qué
no sabe cómo moverse. Hay lugares que incomodan al poder; y el poder hace lo que puede para
borrarlos del mapa.