
Si por razones urbanísticas y especulativas hay barrios de la ciudad en qué se concentran más extranjeros (
zoning), obviamente en las escuelas de estas zonas habrá más niñ@s nacidos de extranjeros. Es el caso del barrio de
Torpignattara, en la
periferia este de Roma, dónde una escuela primaria es el centro de infinitos debates públicos, en los cuales prevalecen palabras como
"gueto", "emergencia", "alarma", "banlieue". Mientras los políticos (de derechas y de izquierdas) se dicen preocupados por la "italianidad" de la escuela, sus maestras están realizando un trabajo
digno de la mejor tradición pedagógica italiana, usando la diversidad como un recurso para suplir a los recortes y a la decadencia de las escuelas públicas.
¿Hasta cuándo los llamarán "extranjeros"? Roma está cambiando, y mientras algunos usan esta transformación para estimular la guerra entre pobres, otros han entendido su potencial para superar el largo periodo de estancamiento cultural y político de la así llamada "sociedad italiana".